El Cuerpo de Cristo

EL CUERPO DE CRISTO:
- · Todos los que han hecho a Jesús su Señor fueron rescatados del pecado por una misma sangre (He. 9) y fueron bautizados en un mismo espíritu para formar parte de un mismo Cuerpo (1 Co. 12:13) cuya cabeza es Cristo. En otras palabras, todo hijo de Dios es una parte funcional de una unidad espiritual vital dirigida por Jesucristo (Ro. 7:4; 12:5; 1 Co. 12:12, 27; Ef. 2:15; 3:6; Co. 1:24).
- · Por formar un Cuerpo en Cristo, cada hijo de Dios tiene una función única y peculiar para servir a Dios y edificar a otros miembros del Cuerpo (Ro. 12:3-8; 1 Co. 12:12-18).
- · El servicio de cada miembro tiene como objetivo lograr que todos los hijos de Dios lleguen a una unidad en la fe y el conocimiento acerca de Jesús (Ef. 4:10-13).
- · Como miembros de un mismo Cuerpo, los creyentes cristianos deberían amarse unos a otros (1 P. 1:22-23 Jn. 13:34; 15:12, 13; 1 Jn. 2:10; 3:23; 4:21) y desarrollar una relación de interdependencia, en donde todos se ayudan y edifican mutuamente (Ro. 12:4-10; Ef. 4:11-16). Ningún miembro debería ser considerado innecesario por los otros miembros, se deberían cuidar especialmente a los más débiles (1 Co. 12:18-26; Ef. 5:29).
- · La plenitud y madurez espiritual de una persona no se produce en un andar individual con Dios, sino en la comunión y la estrecha relación con otros hijos de Dios (Ef. 4:8-16; Col. 2:19; 3:15-17; 1 Co. 12:26).
- · El Cuerpo es lo que da plenitud a Dios mismo (Ef. 1:22-23). Por esto creemos que uno de los principales puntos de ataque del Adversario, el Diablo, es el Cuerpo de Cristo (Fil. 3:2; Ro. 16:17-18; Tit. 3:10; Jud. 1:17-19; 2 Co. 11:14-15; 1 Jn. 3:10).
- · Jesús fue el fiel representante de Dios mientras vivió en la Tierra, siendo perfectamente obediente al Padre (Jn. 5:19, 30; 14:5-11), él mostró plenamente el amor de Dios (Jn. 1:18; 15:9-13), predicando el evangelio del reino, sanando enfermedades y liberando a los oprimidos por el Diablo (Mr. 1:14; 4:23; 9:35; Lc. 8:1; 9:6; Hch. 10:38) con el fin de que las personas sean salvas y conozcan la verdad de Dios. Como Señor ascendido, creemos que Él ahora sigue haciendo estas mismas cosas a través Su Cuerpo. En otras palabras, cada hijo de Dios está llamado a cumplir una función dentro del Cuerpo y a unirse estrechamente con Cristo Jesús y con los otros hermanos (Mt. 18:19-20; Jn. 14:18-23; 15:1-8), de modo de formar una unidad que represente a Dios en la tierra, predicando el Evangelio del reino de Dios (Mt. 24:14-15; Mr. 13:10; Hch. 28:30)y haciendo las obras que hizo Jesús en la tierra y aún mayores (Jn. 14:10-12), con el fin de que las personas sean salvas y conozcan la verdad de Dios (1 Ti. 2:3-4).
